2010/04/15

Exuman dignidad republicana en el puerto de Oibar


El pasado 7 de abril fueron exumados en el puerto de Oibar los cuerpos de quienes supuestamente fueron detenidos trasladados y asesinados el 1 de septiembre de 1936 por la guardia civil de Cáseda, Blas Dolorea Baztán, Segundo Dolorea Martínez, José Oneca Benedit, de Cáseda, y Gregorio Oroz Buey, de Sangüesa. 
A continuación ofrecemos la entrevista de Francisco Etxeberria director de la sociedad de ciencias Aranzadi es quien ha llevado a cabo la labor de exumación de los cuerpos.


entrevista a francisco etxeberriari elkarrizketa


Con motivo del 14 de abril dia de la republica se organiza una jornada conmemorativa en Sartaguda (el pueblo de las viudas). Encontramos más detalles en la entrevista a Gabriel Eusebio Martinez Moreno en Infozazpi irratia:


entrevista a Eusebio Martinez Morenori elkarrizketa



Éxito de asistencia en la presentación del libro "escándalo monumental"


El pasado 27 de marzo tuvo lugar en Irunberri-Lumbier la presentación del libro “Escándalo monumental”. Los encargados de la presentación fueron Pedro Leoz, Carlos Armendáriz y José Mari Esparza. La charla fue organizada desde la comisión de defensa del patrimonio y seguida por más de cincuenta vecinos. La comisión realizó el año pasado un trabajo de recuperación de datos que culminó con la presentación de una moción al pleno municipal para la adhesión del municipio a la plataforma de defensa del patrimonio encargada de denunciar la inmatriculación de todo tipo de bienes por parte del Arzobispado de Pamplona.


Dicho registro fue posible al amparo de una modificación de la legislación realizada por el gobierno Aznar que permite a la Iglesia Católica apropiarse de los bienes que desee sin necesidad de presentar justificante alguno que demuestre su propiedad. En nuestro pueblo fueron registradas la Iglesia de la Asunción y las ermitas de la Trinidad y San Bartolomé. Sin la presentación de ninguna escritura, el Arzobispado por treinta euros se registró a su nombre y por extensión al de la Conferencia Episcopal, representación del Vaticano, los inmuebles citados sin la obligación de hacerlo público como es deber del resto. Esto es mío porque lo uso yo, y ahora que sean otros los que demuestren lo contrario. Esa es la potestad concedida por Aznar a la Iglesia Católica en un país laico. Ni Franco cedió esa parcela de poder.



Tras el registro con nocturnidad y alevosía de mas de mil propiedades, El Arzobispado se ha convertido en la mayor empresa inmobiliaria de Navarra. Los actuales gobernantes además de apoyar el robo, siguen subvencionando una organización privada dándoles dinero de nuestros impuestos para que arreglen sus propiedades y cuando les venga en gana las vendan, sin que revierta nada para el pueblo que las ha construido y mantenido durante siglos.




Comisión de patrimonio:

Lumbier como gran parte de los pueblos de Navarra ha sufrido el registro a nombre de la diócesis de Pamplona de varios edificios de su propio patrimonio arquitectónico, histórico y cultural.

La diócesis sin el conocimiento de la población en general, ni de sus representantes públicos, ha inscrito en el juzgado de la propiedad las ermitas de San Bartolomé y la Trinidad (2000) así como también la Iglesia de la Asunción (2003).

Los firmantes de la moción en su representación y en la de sus propios grupos municipales por medio de este escrito queremos dejar patente nuestra postura contraria a esas inscripciones (aquí no se trata de posicionarse a favor o en

contra de ninguna Institución o de creencia alguna) y en favor de la defensa de estos edificios a los que consideramos propios de nuestro pueblo y parte significativa de su propio patrimonio público.

Para sustentar este escrito que ahora presentamos aportamos con él el testigo de nuestra propia historia. Ella es nuestra guía y nuestra mejor prueba en la defensa de nuestros propios argumentos.

De los tres edificios registrados comenzamos por nuestra Iglesia.

Ella y más concretamente su cementerio fue nuestro primer Ayuntamiento, pues allí se reunía el Concejo de los vecinos (existen datos de 1389, así como de 1396 y 1398 para designar en ambos casos procuradores para asistir a las Cortes).

De sus obras y arreglos por parte de la Villa disponemos de varios testimonios, uno de ellos es la demanda a la Villa en el año 1558 por el pago de 400 ducados a obras ya ejecutadas en la Sacristía, Capillas, puertas y otras obras de la Iglesia.

Sobre la Sacristía existe otro testimonio de 1571 de un vecino de la Villa afirmando la expropiación de su casa por parte del Ayuntamiento para realizar en el suelo de dicha casa la Sacristía.

La decisión y responsabilidad de estas obras y arreglos corría a cargo del pueblo, “que jamás había usado permisos del Obispado para realizar las obras de su Iglesia”, argumento empleado por esta Villa contra el propio Obispado en el pleito que enfrentara a ambos a cuenta del contrato de 1591 que la Villa realizó para la pintura del retablo mayor de la Iglesia.

Seña significativa del patrocinador de la obra de este magnífico retablo es la existencia en el ático del mismo de los escudos con las armas de la Villa.

Desde el siglo XVI se conocen contratos sobre encargos de los retablos de Lumbier. En ellos se especifican con todo detalle su iconografía, los materiales a utilizar, plazo de entrega de la obra y su precio.

Numerosos datos confirman que Lumbier tenía desde épocas medievales el derecho de patronato para promover y financiar las reparaciones de la Iglesia. Estas obras tan sólo contaban con las aportaciones del vecindario, y aunque las dificultades existentes fueron graves pues la Villa se comprometía a unos gastos desmesurados, el tesón y sacrificio de los vecinos fueron los que lograron liquidar las deudas.

Además del derecho sobre las obras, Lumbier como otras Villas y pueblos tenía el derecho de elección y nombramiento de los Vicarios de su Iglesia.

Datos innegables de esta facultad son los referentes a los dos famosos pleitos por la cuestión lingüística de los propios Vicarios en los años 1627 y 1662.

También la elección de predicadores “correspondía exclusivamente a la Villa y nadie podía entrometerse en sus asuntos” (1606)

Otros datos curiosos son los referentes al órgano y organista. De las mismas arcas de la Villa salían también los dineros necesarios para ambos. Órgano de Luenrich de 1601 y el de Yoldi-Ripa de finales del siglo XVII.

Del mismo sitio de siempre salió el dinero para el reloj parroquial “(destacado elemento oficial)”. En 1899 se compró en Iruña por 2650 pts. De dicho elemento oficial se encargaba el campanero elegido por el propio Ayuntamiento en 1804, cuyo salario era de 6 ducados.

Hablando de ducados, a 4 de ellos ascendía el precio a pagar a principios del siglo XIX por los enterramientos dentro de la propia Iglesia. Según datos del propio archivo municipal.

Todos estos datos referentes a la Iglesia nos sirven para las dos ermitas de San Bartolomé y la Trinidad.

A comienzos del siglo XIX Lumbier ostentaba el patronato de las ermitas del Pilar, San Adrián, San Bartolomé y la Trinidad. Contribuía a las reparaciones de urgencia y nombraba a los encargados de asearlas.

También la propia Villa se encarga, según la costumbre inmemorial de la elección de los ermitaños. Testimonios de dichos nombramientos por parte de la Villa existen de la Trinidad en 1659. Así como de 1686 y 1689 relativos a los de las ermitas de San Bartolomé, que es propia de la Villa.

Además, lo mismo que con la Iglesia, las reparaciones y las obras en las mismas recayeron en los mismos de siempre: la Villa, los Cofrades y el pueblo en general.

Reconocimiento y carta de pago de 1788 demuestran reparaciones en la Trinidad. De 1799 existe otro contrato cuyo presupuesto incluye, además de las obras en la Trinidad, reparaciones en San Bartolomé y San Adrián.

Más cercanas en el tiempo son las reparaciones de 1953 impulsadas por la Cofradía y secundadas por todos los vecinos. Las obras con un valor de 13.700 pts. Incluyeron la imagen del Santo Cristo actual.

Desde entonces y hasta la actualidad varias han sido las reparaciones en dicha ermita (1977, 1983, 1988) destacando las últimas del 2002 cuya profunda rehabilitación valorada en 10.000.000 de pts. contó con la correspondiente aportación económica popular.

Dato significativo de la propiedad de esta queridísima ermita lo tenemos en su propio acceso, en cuyo arco de medio punto figuran las armas de Lumbier en su clave según modelos del siglo XVI.

La presentación de esta moción para su aprobación por este pleno cuenta (así lo creemos) con el aval de nuestra propia historia a la que no podemos (ni queremos) darle la espalda. Recordadla (y conocerla) es deber de todos nosotros, como es deber de este Ayuntamiento defender su propio patrimonio, aquél que nos legaron nuestros antepasados.

Los alcaldes, jurados y primicieros de esta Villa que en otro tiempo fueron, tenían muy claro de dónde salía el trabajo, el sudor y el dinero que hizo posibles estos edificios y esta certeza estaba por encima de su probada fe cristiana de la que siempre dieron buena muestra a la hora de defender lo que tenían como propio.

Reunidos hoy aquí a nosotros los actuales componentes de este Ayuntamiento nos toca dar testimonio. Esperamos que el mismo no defraude a aquellos alcaldes, jurados y vecinos. Ni a ellos ni mucho menos a nuestra propia historia.