2018/09/26
2018/09/15
10 años de crisis: Es posible y es necesario otra economía y otro mundo
Hace
diez años, el 15 de septiembre de 2008, la quiebra del gigante
financiero Lehman Brothers, supuso el pistoletazo de salida a una
crisis generalizada. Las chispeantes burbujas nos estallaron en la
cara, y de la economía inmobiliaria y financiera, meramente
especulativas, la crisis se trasladó a la productiva: (no poco
especuladora): cierres de empresas, incremento del paro hasta el
25%... Nuestro mundo, mullido para buena parte de la población de
las sociedades ricas, se convertía en amenazante.
Desde
el inicio se intuía que no era una más de la crisis cíclica: la
entrada en una fase de recesión a la que sucedería una reparadora
fase expansiva. Señalaba la inviabilidad de un capitalismo
competitivo, necesitado de una acumulación creciente, y también la
inviabilidad de su modelo de sociedad productivista/consumista en el
que veníamos participando, cerrando los ojos a su naturaleza
generadora de riqueza y de pobreza indignamente concatenadas.
Señalaba que el crecimiento ilimitado no es posible en un planeta
limitado y que el derroche estaba confrontando con el agotamiento de
recursos. Ponía en evidencia que lo que nosotras llamábamos crisis
no era más que el acercamiento a nuestras latitudes de la dualidad
social en que el mundo estaba instalado y sobre la que se basaba
nuestra abundancia.
Por
eso la crisis, además de como una amenaza, aparecía como una
oportunidad. Una oportunidad de rectificación del rumbo que, con la
crisis, nos había revelado sus componentes amenazantes. Una
oportunidad de ajustar la economía a la satisfacción de las
necesidades, las nuestras y las de toda la humanidad. Una oportunidad
de embridar y poner coto a un capitalismo desbocado, sin capacidad de
reflexión y frenado, atrapado en la dinámica de la competitividad
por él generada.
Para
aprovechar esa oportunidad necesitábamos creer que una sociedad
menos desigual es una sociedad más habitable, y que la calidad de
vida no equivale al nivel de consumo, cuando éste ha superado en
mucho el nivel de satisfacción de necesidades.
Ni
el conjunto de nuestra sociedad hicimos esa apuesta, ni mucho menos
la hicieron nuestros dirigentes públicos. En nosotras prevaleció el
repliegue sobre el individualismo, fruto del miedo a las amenazas del
paro y los empobrecimientos. La pasividad social dejó libre la
opción consciente de los poderes e instituciones públicas por
recuperar el capitalismo, prometiendo una nueva fase de recuperación
económica. Nos ganaron la batalla ideológica.
Millones
de millones de euros de dinero público se destinaron a salvar a la
banca y al conjunto de la economía privada. El sistema salió
fortalecido y lo público enormemente debilitado. El capitalismo, el
causante de la crisis, fue su gran beneficiario, mientras que lo
público y social fue lo derrotado; la prima de riesgo y el
consiguiente endeudamiento público han sido sus armas para asentar
su dominio desde el que ejercer sus exigencias en materia de
privatizaciones, de exenciones de impuestos, de subvenciones, de
legislación laboral...
El
resultado es el de unos poderes públicos con menor capacidad de
decisión y de actuación, y una sociedad más empobrecida y débil,
suma de unas personas laboral y vitalmente más precarias.
No
solo lo económico viene siendo afectado. Lo político se achica
hasta su casi desaparición. Gobiernos democráticos se ven obligados
a seguir las instrucciones de entidades que ninguna urna eligió.
Parlamentos y gobiernos actúan al dictado de instituciones
financieras y bancos centrales independizados. El estado cada vez se
hace más pequeño como garante de derechos mientras que aumenta su
componente controlador y represor que aminore las respuestas sociales
a las injusticias crecientes. Y a nivel mundial la competitividad,
que es guerra, se ejerce como guerra por los recursos cada vez más
escasos y de difícil acceso.
A
diez años vista, la crisis se presenta, entre otras cosas, como una
oportunidad perdida, y la pregunta que tenemos que hacernos es la de
si esa pérdida es irrecuperable y de qué caminos tenemos que andar
para hacerla posible. Parece claro que lo que no hicimos en su
momento, tendremos que andarlo hoy a pocos y más trabajosamente. Que
tenemos que recuperar la capacidad de actuación social, no la
nuestra sino la de la mayoría, la que entre todas y todos podamos
construir. Que esa recuperación social tiene que revertir en
recuperación de la capacidad decisión política, la de todas y
todos, y la calidad democrática. Que ambas cosas requieren de
nuestra participación, de querer tomar en nuestras manos la decisión
sobre nuestras vidas y nuestro mundo en la intención de hacerlo más
habitable, universalmente garantista hasta que alcance y, sin
límites, más libre, democrático y justo.
En
el Parlamento Sozial venimos trabajando en esta dirección: en
defensa de lo público, contra la deuda ilegítima, por una
fiscalidad progresiva y suficiente, por unos presupuestos sociales...
y, en definitiva, por unas políticas no solo paliativas sino que
impulsen cambios en el modelo, que se dote de los instrumentos para
acotar y poner freno a la voracidad de un capitalismo cuyo modelo de
sociedad está agotado.
Sabemos
que no abarcamos todas las problemáticas sociales, quizá nos
dedicamos a las que consideramos bases subyacentes de todas ellas,
pero a todas tratamos de sumarnos activamente, de la misma forma que
animamos a sumarse a las actividades que nosotras emprendemos. Y
precisamente porque estamos convencidas que otro mundo es posible,
seguiremos trabajando proponiendo y activando por ese mundo en el que
las personas y nuestras necesidades estemos en el centro frente al
actual modelo que ha utilizado la crisis para seguir reforzando los
intereses del capital .
Felix Zabalza, Chema Berro, Akina de la Cruz
Integrantes
del Parlamento Social
2018/09/09
Merezitako herri omenadia eskaini zion EH Bilduk Dani Perezi
EH Bilduk herri omenaldia eskeini zion Dani Perezi pasa den abuztuaren 25ean Irunberrin. Zonaldetik zein herritik etorritako dozenaka herritar elkartu zen aitorpen ekitaldian. Daniren ibilbide militantea azpimarratu ez ezik herriarekiko zuen atxikimendu maila eta maitasuna ere agerian geratu ziren. Garaipenerarte Dani! Maite zaitugu!
El pasado 25 de agosto EH Bildu realizó un homenaje popular a Dani Perez en Irunberri. Decenas de personas del pueblo y de la zona se reunieron en el acto de reconocimiento. En el mismo, se subrayó el recorrido militante de Dani y quedo patente la vinculación y amor que tenía para con el pueblo. Hasta la victoria Dani! Te queremos!
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