La
ley que regula la Administración Local de Navarra (ley del año
1990) ha quedado desfasada y existe un consenso en la necesaria
actualización y racionalización de su estructura.
En
la pasada legislatura hubo dos intentos de reformarla: el primero,
por parte del PSN cuando formaba parte del Gobierno y el segundo, por
parte de UPN, sin que pudiera sacarlo adelante por no contar con la
mayoría en el parlamento.
En
la presente legislatura, el Gobierno del cuatripartito, se ha
propuesto reformar dicho mapa y para ello, ha trasladado a la
Federación Navarra de Ayuntamientos y Concejos (FNMC) un proyecto
para debate entre sus cargos electos, con la intención de abrir un
proceso participativo.
A
diferencia de los anteriores intentos, en los que la FNMC era correa
de trasmisión de UPN y cuya dirección se limitaba a dar el visto
bueno a la propuestas del Gobierno, la actual dirección de la FNMC,
mucho más plural, ha organizado reuniones de trabajo en toda la
geografía de Navarra, para que sus cargos electos tuvieran la
oportunidad de mostrar sus quejas, dudas y desacuerdos, y hayan
podido realizar sus aportaciones para mejorar el proyecto.
Sin
duda es necesaria la reforma para modernizar la administración y así
poder prestar a la ciudadanía los servicios necesarios de la manera
más eficaz.
Actualmente
Navarra cuenta con algo más de 600.000 habitantes y cuenta con 65
mancomunidades en las que se agrupan los entes locales (municipios y
concejos) para ofrecer a los vecinos los servicios de suministro de
agua, tratamiento de residuos, servicios sociales, etc. La situación
es compleja y existen municipios que incluso pertenecen a 6
mancomunidades diferentes, creándose duplicidad de servicios y
sobredimensionando las plantillas orgánicas encareciendo, a su vez,
el servicio.
El
planteamiento de la reforma es crear comarcas que asuman las
competencias de las actuales mancomunidades en los siguientes tres
aspectos: suministro
de agua en alta, tratamiento de residuos y servicios sociales.
El
número de comarcas que se crearán serán 12 ó 13 y el objetivo es
que los pueblos que formen la comarca, tengan vínculos tanto
geográficos, como históricos. Esta cuestión puede generar
problemas ya que hay pueblos que, por diversos motivos, se sienten
más identificados con una comarca que con otra.
Con
la comarcalización se pretende que todos los ciudadanos reciban
servicios de igual calidad y al mismo precio, independientemente de
la comarca a la que pertenezcan. El objetivo del Gobierno es que haya
un principio de voluntariedad a la hora de formar estas nuevas
comarcas, siempre y cuando geográficamente sea posible y sin que se
cree un importante desequilibrio entre las mismas. En este cambio tan
importante, no obstante, puede que en algún caso haya que apelar al
principio de solidaridad para evitar los posibles desequilibrios que
se pudieran dar.
El
proyecto de reforma de la Administración Local Navarra servirá para
determinar qué competencias asume cada ente local, (ayuntamientos y
concejos) así como las que quedan en manos del Gobierno de Navarra.
A modo de ejemplo, el tramo educativo 0 a 3 años, que hasta ahora
corría a cargo de los ayuntamientos, con su consecuente coste
añadido a las ya maltrechas arcas municipales, pasará a manos del
Gobierno de Navarra.
Esta
reforma pretende poner en marcha un sistema que garantice a los entes
locales disponer de los fondos necesarios para poder garantizar los
servicios y las competencias que les correspondan. Se pretende que
cada ente local se financie con recursos propios al menos en el 50%
y, además, se está valorando destinar un porcentaje de la
recaudación fiscal que realiza el Gobierno para los mismos. También
se pretende acabar con las llamadas subvenciones finalistas, aquellas
que el Departamento de Administración Local otorgaba hasta ahora
para una obra concreta en el municipio. Este tipo de ayudas han sido
denunciadas en más de una ocasión por concederse por amiguismo a
municipios del mismo color político.
Con
este proyecto de reforma, a diferencia del propuesto anteriormente
por UPN que vaciaba de competencias a los concejos con la clara
intención de hacerlos desaparecer, se mantienen tanto los concejos
como los municipios, y se pretende ofrecer los servicios en los entes
más cercanos y con más arraigo.
Quedan
todavía muchos aspectos del proyecto por definir. Esperamos que se
materialicen en el nuevo texto que la FNMC recibirá del Gobierno de
Navarra, ya que el mismo está siendo realizado tras recoger las
últimas aportaciones y opiniones. Después de analizarlo la FNMC
comunicará al gobierno cuáles son los puntos en los que está de
acuerdo o no, y tras cumplir este trámite, se espera que, en
septiembre, el proyecto esté en el parlamento de Navarra para su
debate.