Ha sido colosal, todo hacia presagiar una manifestación historica, y así ha sido. Berria y Gara cifran alrededor de 110.000 participantes en la marcha de Bilbo, una expresión colosal de cariño hacia los familiares de las personas presas que tienen que hacer frente a las consecuencias de una política penitenciaria revanchista y de venganza.
En la intervención final, Jon Garai -en nombre de las 15.000 personas y centenares de agentes que impulsaron la iniciativa Egin Dezagun Bidea- fue meridianamente claro: «Ya no hay excusas. No caben más demoras. A partir de mañana, la sociedad vasca no espera otro escenario que no sea aquel en el que desaparezcan las crueles medidas de excepción que se aplican a los presos vascos, cerrando así una etapa gris, para abrir la puerta a un nuevo tiempo que nos lleve a una situación de libertad y de derechos para todas y todos, a una situación de paz definitiva sin presos ni exiliados».
Tambien desde Irunberri fuimos participes y se consiguió fletar un autobús además de varios coches particulares.